Empate en Chillán
Ñublense y O’Higgins reparten puntos tras entretenido partido en Chillán
La Longaniza Mecánica se había puesto arriba con comodidad en el primer tiempo, pero en el complemento el Capo de Provincia fue mejor.
Animaron un duelo entretenido. Ñublense y O’Higgins fueron protagonistas de un duelo de altas emociones en el Nelson Oyarzún, en el que no se pudo dar un resultado por determinado hasta el pitazo final.
Es que claro, hay duelos que, tal como las mejores películas, te mantienen con los pelos de punta hasta el epílogo. En Chillán, Ñublense tuvo dos claras que pudieron significar el triunfo Rojo, pero no se les dio, tal cual decía Messi en algún momento.
Para ambas escuadras, el empate no es un idílico resultado. Los elencos suman 15 puntos en la tabla de posiciones y no consiguieron meter un pie entre los equipos que están, poco a poco, metiéndose en lo más alto de la tabla.
Además, si bien O’Higgins no hizo un mal partido, los goles que le convirtieron a Ñublense fueron desaciertos defensivos, por lo que la rabia se masticó por dos en Chillán. Por tres, incluso, considerando las jugadas con las que pudieron desequilibrar al final.
Acciones
El duelo comenzó con la ventaja chillaneja. Una jugada de gran sociedad colectiva permitió el remate de Bernardo Cerezo, casi entrando al área chica. El balón fue desviado por Juan Fuentes, quien lo terminó introduciendo en su propia portería (25′).
Pocos minutos después, una triangulación de Oyarzo, Sánchez y Campuzano terminó con este último rematando a boca de arco para poner dos de distancia sobre los de Rancagua (29′).
Parecía que todo estaba dicho. No obstante, llegó la reacción del ejército celeste. Primero, con un globito de Bianchi, ante la salida del portero chillanejo, que permitió poner cierta tensión (58′).
Ñublense aguantó, pero finalmente, se desinfló. Un centro de pelota parada terminó con un cabezazo de Bianchi y un posterior rebote en el hombro de Bosso, para descolocar al meta de los Diablos Rojos y poner la igualdad (81′).
Con el empate vino la reacción de los de Chillán. Primero, hubo un aparente penal no cobrado cuando Graciani cayó en el área. Pero, las apariencias engañan y en la revisión del VAR se pudo ver dos argumentos para no considerar la falta: un pequeño empujón de Pato Rubio en la jugada previa y una mano del mismo para acomodar la pelota.
Por último, un pase que dejó solo a Pato Rubio cuando se jugaban seis de descuento pudo significar el cierre triunfal de Ñublense. No obstante, Peranic se estiró y consiguió mantener la igualdad hasta el pitazo final.